La aventura empresarial del aeropuerto de Ciudad Real puede tener un final económicamente trágico si la Junta de Castilla La Mancha no acude en su ayuda con un aval de 140 millones de euros.
Con una deuda superior a los 300 millones, con operaciones al mínimo y perspectivas nada favorables de momento, el primer aeropuerto privado de España puede estar abocado al cierre comercial o al cambio de uso si la Administración no se implica en una operación financieramente arriesgada y políticamente dudosa, porque el plan de viabilidad tiene que demostrar que el aeropuerto servirá en el futuro inmediato para dinamizar económica y socialmente la ciudad y la provincia.
Pero eso no está garantizado. Ciudal Real tiene muchos atractivos, pero no parece que pueda recibir el suficiente número de viajeros y turistas, ni suficiente flujo de viajeros y turistas de la zona, ni suficiente trasiego de carga para mantener un mínimo de operaciones que hagan rentable la instalación. Tiene, además del de Córdoba o Albacete, el aeropuerto de Barajas a menos de doscientos kilómetros y una línea de AVE.
Intentar conseguir vuelos nacionales o internacionales con compañías de bajo coste le puede suponer una inversión añadida de incierta rentabilidad. Es posible que a muy largo plazo sea viable, pero de momento no lo es ni se espera que los sea en los próximos años.
Entonces, la pregunta es si es correcto gastar dinero público en aventuras privadas
Fernando Urrea
29-marzo-2010
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