Cajastur, una de las aspirantes a hacerse con Caja Castilla La Mancha, no quiere comprometer su propia solvencia en la operación y quiere desvincularse de las inversiones más ruinosas de la caja manchega, como son el aeropuerto de Ciudad Real y el Reino de Don Quijote.
Los auditores han diagnosticado que la recuperación de la inversión y de los créditos concedidos a ambos proyectos presenta «incertidumbres de naturaleza significativa». Por eso, según recoge El Digital de Castilla-La Mancha, el consejo de administración de Cajastur baraja varias soluciones para dejar «fuera del perímetro de la operación» esas inversiones.
La oferta de Cajastur supone la constitución de una sociedad filial en la que se integraría CCM y que quedaría bajo control (75%) de la entidad asturiana. Esta fórmula suprime el riesgo de que en una absorción en sentido estricto se deteriore el control asturiano de la entidad resultante al ser la caja manchega notablemente mayor.
La opción elegida ha recibido el apoyo del presidente del Principado de Asturias, Vicente Álvarez Areces, y del líder del PP asturiano, Ovidio Sánchez.
martes, 3 de noviembre de 2009
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