La Corporación Municipal asistió ayer a la misa para renovar el voto a la Inmaculada Concepción, una tradición que se remonta al siglo XVIII, cuando Ciudad Real buscó el amparo de la Virgen ante una epidemia de peste que diezmó a sus pobladores.
La alcaldesa, Rosa Romero, pidió la mediación de la Virgen “para que la crisis acabe cuanto antes y afecte lo menos posible a las familias de Ciudad Real, a su bienestar, a los jóvenes y a los niños”, y deseó “que la renovación del voto redunde en que la calidad de vida de los ciudadrealeños no se pierda, sino que siga a más, y que los colectivos más débiles y perjudicados puedan tener más ayuda por parte de todos”.
No hay constancia de que se haya referido al asunto del aeropuerto.
Fuentes: El Día, Lanza.
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